personas emprendedoras trabajando con el método Lean Startups

Lean Startup: un modelo para innovar

La innovación continua es la clave para que las empresas de siglo XXI continúen siendo competitivas y planten cara con éxito a las amenazas externas. Cada vez son más las corporaciones que se han percatado de esta necesidad imperante. Muchas han malgastado los últimos años en intentos frustrados destinados a aumentar la eficiencia de la empresa simplemente apostando por estrategias comerciales de reducción de costos.

El resultado es que la mayoría de estas empresas han fracasado por el camino, en concreto el 75 % de las nuevas empresas mueren en su primer año de vida, según reveló el Informe Global Entrepreneurship Monitor de la OCDE. De las que sobreviven, apenas el 30 % superan la barrera de los cinco años.

Una de las metodologías que mayor impacto está teniendo en el terreno de la innovación empresarial es la conocida como Lean Startup. Este método ha está ayudando no solo a startups sino a empresas consolidadas a estructurar y reducir los riesgos inherentes a sus actividades de innovación.

En este artículo resumimos en qué consiste la metodología Lean Startup y cómo aplicarla en el terreno de la innovación empresarial.

¿Qué es la metodología Lean Startup?

La metodología Lean Startup se fundamenta en un conjunto de principios que ayudan a responder a la cuestión: ¿debería hacerse realidad esta idea de negocio? El proceso para determinar la solución a la pregunta se basa en un ciclo compuesto por tres fases: construir, medir y aprender.

Las pruebas, la experimentación y la validación continuas están integradas en el proceso del método Lean Startup, que busca entregar el producto o servicio al cliente lo más rápido posible mientras se maximiza el crecimiento del negocio.

El método Lean, formulado por el empresario americano Eric Ries en 2008, ha transformado la forma de innovar controlando los riesgos y la incertidumbre asociados a estos procesos en la empresa. La primera fase busca definir una hipótesis a partir de la cual se construye una versión mínima del producto o servicio destinado a probar esa hipótesis.

Posteriormente se observa qué sucede y se aprende de esa experiencia ajustando el producto o servicio ofrecido en consecuencia. Para que el modelo funcione es esencial recopilar suficientes datos o métricas que permitan una medición certera de los resultados.

Esta metodología permite a las empresas hacer pequeñas apuestas sobre muchas ideas de negocio de forma simultánea. Son los resultados obtenidos los que determinan y validan qué ideas continúan en desarrollo y cuáles se paralizan.

En definitiva, el método Lean Startup tiene como objetivo encontrar la forma más rápida de iterar a través del ciclo construir-medir-aprender para evitar malgastar recursos humanos y económicos y especialmente controlar los costes. La filosofía es clara: falla rápido, fracasa barato y aprende continuamente gracias a la retroalimentación del mercado.

¿Cómo aplicar el modelo Lean Startup para articular la innovación empresarial?

Tres fases vertebran el método Lean Startup como modelo de innovación.

Infografía - Modelo de aplicación Lean Startup

Fase 1: Comprender el problema y descubrir la idea de negocio

Esta primera etapa está destinada a detectar y comprender el problema del cliente. Para ello, es necesario componer una radiografía exacta del target o público objetivo al que se dirige el negocio hasta dar con esa necesidad a la que se enfrenta el cliente en su vida diaria.

Una vez que se ha definido el problema, es el momento de averiguar si realmente merece la pena diseñar un producto o servicio destinado a resolverlo, es decir, si el consumidor estaría dispuesto a pagar por esa solución. Si la respuesta es afirmativa, ha llegado el momento de dar el salto a la siguiente fase.

En caso de que ese producto o servicio ya exista, hay que analizar si esa solución se ajusta en realidad al mercado y el consumidor lo quiere. Que el producto o servicio lleven tiempo a la venta no significa que haya logrado ese ajuste entre producto y mercado. Este objetivo tan solo se logra cuando se produce un crecimiento significativo y sostenido en el tiempo. Es entonces cuando surge la necesidad de escalar.

Todos estos análisis e hipótesis quedan plasmados en un lienzo de negocios Canvas, un recurso claro, ágil y efectivo en contraposición con el tradicional plan de negocios. Estos planes, cuyas estrategias quedan detalladas en decenas de páginas antes de ser implementados, suponen mucho tiempo y esfuerzo.

Frente a ellos, la metodología Lean Startup defiende que resulta más valioso el aprendizaje que una empresa puede obtener a partir de las interacciones con el cliente de una sola semana que todas las hipótesis no validadas de un plan de negocios.

Fase 2: Diseñar y ejecutar el Producto Mínimo Viable

Una vez que se ha identificado un problema que vale la pena resolver y que se tiene la evidencia de que hay un grupo claro de clientes interesados en esa solución, es hora de crear el servicio o producto y entregarlo a los clientes.

En esta fase la clave es diseñar una solución pequeña que permita testear la viabilidad antes de invertir grandes esfuerzos. Es lo que el método denomina Producto Mínimo Viable o PMV.

El lanzamiento de esta versión mínima permite validar que el producto o servicio se ajusta al mercado antes de hacer una gran inversión reduciendo los riesgos asociados a ella. La medición llega a través del rastro de los KPIs o indicadores clave de rendimiento.

Fase 3: Validar para perseverar o pivotar

En base a los resultados obtenidos a partir de la retroalimentación con el cliente y las mediciones efectuadas llega la fase de validación. Si la idea de negocio ha sido positiva, la empresa debe continuar en su desarrollo e iniciar el ciclo de nuevo, siempre mejorando y optimizando el producto o servicio.

También se pueden detectar áreas de mejora que se pueden ajustar para adaptarse mejor a las necesidades del cliente. Por el contrario, la validación puede dejar en evidencia que la hipótesis no era la adecuada. Es entonces cuando llega el momento de pivotar implementando cambios sustanciales o nuevos enfoques de negocio.

La innovación constante es la base para continuar siendo relevante para el mercado y alcanzar un crecimiento prolongado y sostenible. Sin embargo, la transición hacia nuevos modelos de negocio, nuevas características de productos o estrategias puede implicar costos iniciales y riesgos asociados que superen los beneficios del cambio.

Este es el motivo por el que el método Lean Startup resulta tan útil para las empresas actuales. Si quieres validar tu idea de negocio o impulsar tu proyecto, en el MBA de la Cámara de Málaga encontrarás una formación a tu medida.