Trabajar en equipo es la clave del desarrollo profesional y del éxito de cualquier negocio. A medida que el mercado se vuelve más competitivo y los procesos ganan en complejidad, llevar adelante el trabajo colaborativo con eficacia se torna en un desafío para las empresas y sus empleados. En el Master en Administración de Empresas (MBA) en Málaga consideramos fundamental el trabajo en equipo y constituye uno de los pilares de nuestro programa formativo.
La realidad es que el trabajo en equipo se puede convertir en un arma de doble filo para las organizaciones. Cuando el equipo humano lucha de forma conjunta, interactuando y ejecutando las tareas con eficiencia, el trabajo colaborativo suma. En cambio, si los equipos se vuelven disfuncionales, los objetivos empresariales se alejan cada vez más.
Para evitar que esto suceda es preciso que las organizaciones tengan claro cómo gestionar de forma adecuada sus grupos de trabajo. Vamos a ver cuáles son las 5 mejores técnicas para trabajar en equipo con éxito.
¿Cuáles son las mejores tácticas para trabajar en equipo?
Contar con un equipo de trabajo sólido, motivado, formado y que trabaja en sincronía para alcanzar unas metas comunes es la garantía de supervivencia para las empresas. Con la llegada del trabajo en remoto, los equipos nutren de forma integral a la organización aportando sus fortalezas, incrementando la productividad, potenciando la creatividad y fomentando el aprendizaje conjunto. Sin embargo, nunca está demás encontrar nuevas técnicas para mejorar la productividad en equipos de teletrabajo.
Cada vez más, los equipos de trabajo son heterogéneos; concentran a una amplia variedad de personas con necesidades, deseos, emociones y vivencias diferentes que, inevitablemente, influyen en el grupo. La clave reside en tener presentes todas y cada una de estas realidades para favorecer el máximo rendimiento del equipo.
Veamos cuáles son las mejores tácticas para trabajar en equipo con resolución y lograr un impacto positivo en los resultados empresariales.
1 Desempeñar un liderazgo efectivo
Un estilo de liderazgo firme es la base para la construcción de cualquier equipo de trabajo eficaz. Sin un líder fuerte, un equipo corre el riesgo de perder el control y nadar en el caos. En ocasiones, no es necesario que el liderazgo recaiga en una persona en concreto, sino que también lo puede asumir un grupo de personas.
Para gestionar el talento humano es necesario reunir una serie de características esenciales como la comunicación, la escucha activa, el autocontrol, la honestidad y, ante todo, disponer de una visión en conjunto del equipo. Sin un liderazgo esencial, la unión y la organización del grupo pueden quebrar.
2 Marcar objetivos compartidos
Para avanzar en equipo hacia una misma dirección hay que tener claro dónde está el destino, es decir, cuáles son los objetivos que se persiguen. Estas metas deben quedar esclarecidas desde el inicio y ser compartidas por todo el equipo. Solo así el grupo peleará con la motivación suficiente para avanzar hacia adelante.
En este sentido merece la pena explorar la metodología OKR (Objectives, Key, Results), una técnica utilizada por grandes compañías, como Google o Netflix, para definir y evaluar los resultados, y, por ende, los objetivos. Esta metodología se emplea para enfocar a un grupo de trabajo hacia una meta importante en un periodo de tiempo concreto. El valor de los OKR reside en su capacidad para comunicar y conectar de forma precisa a las expectativas de los directivos, al equipo y a los objetivos con unos resultados medibles.
A continuación, la infografía resume en qué consiste los OKR, cómo se estructuran los objetivos y resultados clave, y los beneficios que se obtienen con la aplicación de este sistema en la gestión de equipos de trabajo.
3 Comunicar y colaborar como base para construir juntos
La buena comunicación es la esencia del trabajo en equipo. Compartir ideas, comentarios y percepciones es fundamental para caminar hacia la consecución de unos mismos objetivos.
La comunicación no implica que todos los miembros tengan que estar de acuerdo sobre cada acción, pero este intercambio de opiniones y diferencias es la clave para alcanzar una solución sólida que permita continuar avanzando como equipo. Además, la comunicación debe ser una vía de doble sentido en la que los empleados sientan que pueden contribuir y aportar tanto ante sus compañeros como ante sus superiores.
La claridad a la hora de transmitir las ideas, la escucha activa, y el intercambio continuo son los ingredientes de una comunicación ágil y eficiente. Los equipos no deben esperar para ponerse al día o aclarar cualquier necesidad hasta una fecha de reunión de equipo concreta marcada desde arriba. Al contrario, deben tener la libertad de comunicarse cuando lo necesiten. En este sentido, la empresa debe habilitar las herramientas de colaboración adecuadas y la formación necesaria para aprovecharlas.
Internet y las Tecnologías de la Información han puesto a disposición de las empresas un amplio abanico de herramientas que permiten conectar a sus empleados facilitando la comunicación interna y la gestión de tareas compartidas. Entre las aplicaciones más destacadas están Hootsuite, Asana, Trello, Slack, Google Drive o Dropbox.
4 Promover el sentido de pertenencia
Los equipos, cuyos miembros han desarrollado un fuerte sentido de pertenencia al grupo, muestran mayor motivación, una actitud más positiva hacia el trabajo y un compromiso más fuerte con las decisiones y las acciones del propio grupo.
Promover el compromiso y la unión entre los compañeros es una táctica de trabajo en equipo básica. Conocerse, compartir y convivir ayuda a crear ese sentido de pertenencia y a que las tareas sean más agradables, inspiradoras y fortalecedoras.
Las dinámicas de grupo o las actividades en conjunto tienen gran éxito a la hora de fomentar los lazos sociales entre los miembros del equipo. Hay muchas formas de implementar estas técnicas: organizando almuerzos de equipo en un ambiente distendido, actividades al aire libre, celebraciones de cumpleaños o eventos de voluntariado grupal, entre otras.
En definitiva, se trata de fomentar una cultura positiva en el lugar de trabajo para que los miembros del equipo se sientan confiados, integrados, seguros, aceptados y apoyados dentro de la entidad.
5 Establecer un protocolo para la resolución de conflictos
El conflicto es parte intrínseca del crecimiento y aparecerá de forma inevitable en la empresa. Los problemas surgen cuando las diferencias de opinión no se abordan correctamente o cuando las personas se sienten ignoradas e intimidadas.
Por ello, las organizaciones deben disponer de un protocolo de actuación eficiente para manejar estas situaciones desagradables, y convertirlas en oportunidades que refuercen el trabajo en equipo en vez de destruirlo. El procedimiento a seguir en momentos de conflicto debe quedar claro de antemano. Además, se debe poner en conocimiento de todos los miembros del grupo. En este sentido, puede ser útil redactarlo por escrito y dejarlo a mano del equipo.
Es esencial saber abrazar los desacuerdos y ver en ellos oportunidades para aprender y crecer. Además, las diferencias entre los miembros del grupo pueden ser reconocidas como fortalezas que suman en vez de restar. No hay que olvidar que en la heterogeneidad de perfiles reside la riqueza y el éxito del trabajo en equipo. El tiempo y la práctica permitirán ir afinando estos procesos de mediación hasta dar con la fórmula más adecuada.
El trabajo en equipo efectivo contribuye a generar más ideas, a compartir la carga de trabajo y a crear una cultura de empoderamiento que lleve a la empresa a alcanzar sus objetivos comerciales.