Las empresas, a la hora de realizar sus procesos de selección, tienen una especial predisposición hacia las personas que cuentan con una buena formación orientada hacia el mundo laboral. Según el informe “Competencias Profesionales y Empleabilidad” realizado por el Consejo Económico y Social, un 37 por ciento de todas las ofertas de empleo recogidas por Infojobs valoran la formación postgrado de manera muy positiva, y en especial los programas formativos.
Las diferencias entre los profesionales graduados en la universidad y los que han complementado su título con formación postuniversitaria son observables en todos los ámbitos relacionados con el empleo. Según comentan algunos estudiosos del tema, los profesionales que poseen un máster y pasan por el paro suelen hacerlo durante periodos de poca duración, mientras que las personas con tan solo un título de grado suelen pasar más tiempo. Los profesionales con máster o postgrado también suelen tener más facilidades para atraer contratos que no sean de carácter temporal.
Otro estudio realizado por el grupo ICSA y titulado “El impacto de la formación en la retribución” asegura que la posesión de los estudios de postgrado aumenta con creces el recorrido retributivo que tiene una persona a lo largo de su vida, siendo mayor el salario para estos que para los que están en posesión de otro tipo de títulos. Además, esto se cumple para cualquier grupo de edad, y la diferencia suele ser mayor a medida que la persona crece.
Según el estudio anterior, un titulado universitario con formación post-universitaria puede llegar a ganar a lo largo de su carrera profesional más de 2,8 millones de euros. De todas maneras, los expertos argumentan que la formación especializada es una apuesta pensando en el futuro próximo, y que existen unos márgenes de tiempo que hay que respetar.
Aunque es cierto que la posesión de un Máster no es sinónimo de que las empresas incrementen las retribuciones salariales por poseer este tipo de título, sí que es uno de los medios más fáciles para hacerlo. El mecanismo que actúa es que cuando una persona estudia un MBA, deja ver que tiene inquietudes y ganas por su desarrollo profesional. Esto influye positivamente en el desempeño de sus tareas, y de esta manera, en su retribución.
Los Máster en Administración de Empresas proporcionan una visión muy cercana al terreno profesional, enfocados hacia la inserción laboral y hacia mejorar las perspectivas que pueda llegar a tener cualquier empresa sobre sus trabajadores. Estos títulos ofrecen a sus estudiantes una visión aterrizada a las necesidades del mundo empresarial, pero también amplia, para el desarrollo de una visión global.
La educación es una inversión imprescindible para cualquier persona implicada en su desarrollo personal y profesional. Los responsables de recursos humanos cada vez valoran más las soft skills de los trabajadores. Este tipo de habilidades son las que marcan las diferencias entre los trabajadores, y tienen que ver con aspectos relacionados con la inteligencia emocional y el talento, como la capacidad de liderazgo, la motivación intrínseca, la mediación de conflictos y la escucha activa.
En la actualidad, ya no se trata tanto de atesorar conocimientos, sino de saber cómo usarlos. Un MBA puede aportar a una persona las habilidades y capacidades prácticas para aplicar conocimientos que toda empresa desearía en sus trabajadores.