La entrevista de trabajo es el primer encuentro entre empresa y candidato. Es un momento esencial para ambas partes, las cuales harán sus propias valoraciones y se determinará si las habilidades del potencial trabajador y las características del perfil que demanda la empresa están alineadas.
Es cierto que cada entrevista de trabajo es distinta, pues dependiendo del área de negocio se priorizarán unas preguntas u otras. Sin embargo, la manera en la que nos enfrentamos a esta fase del proceso de selección requiere de unas capacidades que podemos aprender y desarrollar.
Es recomendable para los profesionales que aplican a un puesto de trabajo dedicar un tiempo previo a preparar un plan de actuación para la entrevista. Esto no significa aprenderse un discurso de memoria, sino contar con cierta información y clarificar los puntos importantes que no queremos que queden olvidados.
Analizar el puesto de trabajo al que optamos e investigar sobre la empresa puede darnos puntos cruciales en el momento de preguntarnos cómo encontrar trabajo o cómo conseguir el puesto deseado. Por un lado, nos permitirá encauzar la entrevista con un enfoque hacia la consecución del empleo y, por otro lado, demostraremos que somos personas con curiosidad, inquietudes, interés por la compañía y ambición.
Al fin y al cabo, se podría hacer un paralelismo de una entrevista con una venta: es necesario que sepamos convencer al reclutador de por qué debería seleccionarnos, pero siempre desde un punto de vista sincero y ético. A ningún consumidor le gusta que intenten venderle un producto que él mismo no considera como bueno, pues siente que está siendo engañado. Tener claro cuál es nuestro perfil, confiar en que tenemos las habilidades y competencias para cubrir ese puesto, y aprender a mostrar nuestras fortalezas sin olvidar hablar de nuestras debilidades, entendidas como puntos a mejorar, serán símbolos de honestidad.
Las competencias más valoradas en un proceso de selección o entrevista de trabajo
Hemos hablado de la importancia de saber cómo enfrentarnos a una entrevista, para mostrar nuestras fortalezas adaptadas al perfil que demanda la empresa. Ahora bien, ¿Cuáles son esas fortalezas o habilidades que más valoran las compañías?
A continuación, mostramos ciertas soft skills que son necesarias y valoradas en cualquier área de negocio y que las empresas saben identificar como rasgos estrella de cualquier profesional. También conocidas como ‘key skills’, estas habilidades son las que los reclutadores intentarán averiguar si tienes o no, de manera sutil a lo largo de toda la entrevista.
- Liderazgo. La capacidad de liderar es un concepto muy amplio y no está restringido a un puesto de extrema responsabilidad. Esta habilidad está relacionada con tener unas ideas claras y ser capaz de dirigir y motivar a todo un equipo hacia unos objetivos. El liderazgo debe ir unido a otros muchos conceptos como el tacto en las relaciones interpersonales, la comunicación, la escucha, la proactividad y el optimismo.
- Comunicación. Esta destreza está muy unida a la habilidad anterior. Una buena capacidad para transmitir ideas significa que somos capaces de motivar equipos, pero también denota otras muchas cosas, como seguridad y confianza en uno mismo. En una entrevista, nuestra capacidad de comunicación será posiblemente el factor más valorado y la vía para demostrar todo lo que valemos. Tener control sobre nuestro lenguaje verbal y no verbal es algo que se puede aprender para que los nervios no jueguen una mala pasada. Ajustar el tono de voz, la postura, hablar a un ritmo pausado pero activo, usar las palabras adecuadas y mantener el contacto visual son algunos trucos que abren paso a una comunicación fluida y eficaz.
- Gestión del tiempo. Ser capaz de optimizar la relación tiempo-consecución de objetivos es una destreza muy valorada actualmente en el mercado laboral, pues es sinónimo de productividad y, por lo tanto, de beneficios para la empresa. Hablar de nuestras rutinas o de proyectos que hemos realizado satisfactoriamente es una buena manera de demostrar en una entrevista que somos capaces de organizarnos de manera eficiente. Los profesionales con perfiles altamente competitivos siempre se enfocan en formas de mejorar la gestión del tiempo.
- La adaptabilidad se refiere a la habilidad de afrontar nuevas situaciones y de reaccionar con flexibilidad y agilidad para adecuarnos al nuevo modelo y seguir el ritmo cambiante de los factores económicos. Con la volatilidad del mercado y los negocios, se valora mucho esta capacidad en los profesionales que se incorporan a las empresas. Por otro lado, también es cierto que los profesionales buscan puestos de trabajo en empresas que motivan y se preocupan por retener el talento humano.
- Pensamiento crítico es saber analizar conceptos de manera objetiva y hacer juicios fundamentados. Los profesionales que son buenos pensadores críticos tendrán destreza en campos como el análisis de datos y la investigación de mercados. Incorporar a nuestro currículum apartados que denoten esta habilidad es una buena idea para demostrarla, y también aprovechar la entrevista para discutir sobre algún tema o contar una experiencia en la que hayamos tenido que probar esta capacidad.
- La iniciativa, la proactividad y la ambición mueven el mundo. Tener estas características en nuestra personalidad dice que somos personas que no se rinden fácilmente, que saben motivarse a sí mismas y a su alrededor, y que profesionalmente, sentirán la misión y visión de la empresa como la suya propia. Los candidatos que no tienen miedo a preguntar, que proponen y que van más allá son aquellos en los que el reclutador identificará estas soft skills.
- Creatividad. Tendemos a relacionar esta palabra con tareas artísticas cuando, realmente, interviene en la mayoría de los trabajos. De hecho, la definición de la palabra ‘habilidad para crear nuevas ideas’, y eso es algo que hacemos constantemente y que es aplicable a cualquier área. Ser creativos requiere perder ese miedo a juzgarnos a nosotros mismos y buscar nuevas formas de hacer las cosas.
- Persuasión e influencia social. Estas habilidades, unidas a la capacidad de comunicar, residen en personas que cuentan con destrezas para las relaciones interpersonales, que son seguras de sí mismas sin rozar la arrogancia y que saben usar la seducción y la capacidad de negociación.
Consejos para superar una entrevista de trabajo
En una entrevista de trabajo, el reclutador realiza preguntas sobre como el candidato se enfrentó a diferentes situaciones en el pasado dependiendo de su actividad laboral.
En el caso que no exista una experiencia previa las preguntas suelen ser sobre el comportamiento y actitud ante ciertas situaciones que pueden darse dentro del ámbito profesional al que opta el entrevistado.
Es importante que las respuestas del candidato se centren en experiencias reales. De esta forma podrá relatar detalladamente y de forma creíble, argumentando perfectamente sus respuestas. Estas respuestas deben ser realizadas siempre en primera persona.
Relatar los logros profesionales es una tarea que debe preparase con antelación. También es recomendable destacar experiencias profesionales en las se pusieron en práctica ciertas habilidades como la negociación, trabajo en equipo, relaciones interpersonales, entre otros. Evaluar y realizar un análisis de éxitos u objetivos conseguidos, ayuda a cuantificar los logros y aumenta la confianza en uno mismo. Además, permite expresarse con más claridad y de forma veraz.